RAZONES PARA NO PONER LA CALEFACCIÓN ALTA
Dra. María Sanz Almazán.
Miembro del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
¿Qué efectos tiene la calefacción en el organismo?
Con la llegada del invierno es indispensable el uso de la de calefacción para mantener una temperatura corporal adecuada. La calefacción no es mala en sí misma, pero cuando no se realiza un mantenimiento adecuado de los sistemas de calefacción o la temperatura es excesiva, pueden aparecer diferentes problemas de salud: deshidratación, infecciones o problemas respiratorios, empeoramiento de las alergias, sequedad de piel y mucosas, dolor de cabeza, problemas de sueño, etc. Estos efectos secundarios son diferentes en función de las características individuales de cada persona (grupo de edad, enfermedades crónicas) y del sistema de calefacción (bomba de calor, radiadores, combustión, leña, etc.)
¿Hay una temperatura adecuada a la que mantener la casa cuando estamos en ella?
La temperatura ideal para mantener la casa es de 19ºC a 23ºC. En general, una persona en reposo comienza a sentir frío con temperaturas inferiores a 20ºC; pero se ha demostrado que la temperatura de confort varía mucho en cada persona, pudiendo existir diferencias entre 0,2 y 4ºC. Por ejemplo, necesitan más temperatura: las mujeres, las personas acostumbradas a un clima caluroso, las personas delgadas con poca masa grasa, etc. Además, con la edad disminuye la sensibilidad térmica tanto al calor como al frío.
En comparación con los radiadores, ¿qué efecto tiene sobre el organismo la bomba de calor? ¿Eleva el riesgo de alergias?
Las bombas de calor aumentan la temperatura del ambiente generando una corriente de aire caliente, a diferencia de los sistemas de radiación que no movilizan aire. El problema es que esta corriente de aire arrastra partículas de polvo, polen, ácaros, microorganismos, etc. que pueden aumentar los síntomas en pacientes alérgicos. Para evitarlo se debe de realizar un mantenimiento adecuado de los sistemas de bombas de calor: limpieza de filtros, desinfección de la bomba, etc.
¿Cómo afecta la calefacción a la salud del aparato respiratorio? ¿Y a las vías nasales?
La temperatura excesiva y la sequedad del ambiente favorecen a la aparición de catarros e infecciones respiratorias. El calor excesivo hace que disminuya la capacidad defensiva del organismo. La sequedad ambiental hace que se sequen las mucosas de la nariz, boca, faringe, tráquea, etc. y se bloquea la producción de moco, facilitando la proliferación y colonización de los microorganismos en las fosas nasales y la vía respiratoria. Los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, como el asma o la EPOC, son los más propensos a sufrir complicaciones.
Aunque menos frecuente, algunos tipos de calefacción pueden producir sustancias tóxicas, que en grandes cantidades son nocivas para la salud y el medio ambiente. Por ejemplo, uno de los factores de riesgo para padecer EPOC es la exposición prolongada al humo de que se genera de la combustión de la leña o el carbón. Un problema más grave es la producción de monóxido de carbono cuando hay una mala combustión del material utilizado para generar calor. El monóxido de carbono es un gas incoloro e inodoro que da lugar a una intoxicación aguda. Si la intoxicación es leve puede aparecer dolor de cabeza, náuseas, mareo, somnolencia, etc. pero si es grave puede llegar a producir la muerte. Por todo ello, es muy importante comprobar el correcto funcionamiento de los sistemas de calefacción y ventilar la casa.
¿La calefacción puede influir o agravar la sequedad ocular?
La sequedad del ambiente también produce sequedad de la mucosa ocular, provocando irritación, picor, pesadez y enrojecimiento de los ojos. Si no se puede evitar estar en ambientes secos o con la temperatura elevada es recomendable utilizar lágrimas artificiales con cierta frecuencia para hidratar los ojos.
¿La calefacción encendida durante la noche puede provocar problemas de sueño?
La cantidad y calidad del sueño depende de la temperatura corporal y del ambiente. Durante la noche el cuerpo reduce la temperatura para inducir y mantener el sueño; de manera que una temperatura ambiental elevada puede dificultar el sueño. Para tener un buen descanso se recomienda que la temperatura sea unos 2-3ºC menor de la temperatura diurna.
¿La calefacción a una temperatura elevada puede desencadenar dolor de cabeza?
La temperatura elevada produce dilatación de los vasos sanguíneos del cerebro, dando lugar a dolor de cabeza y sensación de embotamiento. Para evitarlo hay que disminuir la temperatura de la calefacción y beber abundantes líquidos para estar hidratados.
¿De qué manera afecta la calefacción alta a la piel?
El calor y el ambiente seco favorecen a la deshidratación de la piel. La piel seca produce picor, enrojecimiento y tirantez. Son especialmente susceptibles a los cambios de temperatura y humedad las personas con pieles atópicas o con enfermedades de la piel, en las que la sequedad y la sudoración pueden producir empeoramiento de los síntomas y aumentar el riesgo de infección. Para prevenir la sequedad de la piel se debe de utilizar crema hidratante corporal a diario.
¿Conviene usar humidificadores? ¿Cuándo, cómo y por qué?
Para estar confortable, se recomienda mantener una humedad del aire de la casa entre el 50-70%. Cuanto mayor es la temperatura ambiente menor es la humedad, favoreciendo a la sequedad de la piel y las mucosas. Cuando se tiene la calefacción encendida se debe de prevenir la sequedad humidificando el ambiente. Para ello se puede utilizar aparatos humidificadores específicos o bien colocar cualquier recipiente con agua o un trapo o toalla húmedo, encima de los radiadores; de manera que el agua se evapora produciendo vapor de agua que aumenta la humedad de la casa.
¿Por qué es importante ventilar la casa todos los días?
Las casas se deben de ventilar todos los días para que el aire se renueve y se limpie, favoreciendo al bienestar de las personas que viven en ellas. Al ventilar se consigue que el aire se oxigene, eliminando el dióxido de carbono que se produce con la respiración; y además se regula la humedad, aumentándola si el ambiente está seco o disminuyéndola si se condensa vapor. También es beneficioso ventilar porque se eliminan las partículas y gases tóxicos generados por los sistemas de calefacción, el humo de los cigarrillos o el generado al cocinar; así como las partículas de polvo y los microorganismos. Será suficiente con mantener las ventanas abiertas durante unos minutos; en invierno aprovechar las horas de mayor calor o cuando incide el sol para evitar que las estancias se enfríen.