¿Qué son las convulsiones?
La palabra convulsión proviene de las palabras latinas convulsio y convellere que significa «juntar». El origen de las convulsiones está en descargas eléctricas súbitas, excesivas, coincidentes a la vez y anormales de un grupo de neuronas del cerebro (foco). Es como si unas células del cerebro se cargasen de energía eléctrica y la descargasen sin previo aviso todas a la vez. Equivale a crisis epiléptica.
La palabra epilepsia viene del griego epilambaneim, «coger por sorpresa». Equivale a enfermedad epiléptica y son convulsiones que se repiten y que tienen su origen en un proceso crónico de fondo.
Quiero dejar claro estas definiciones porque una sola convulsión o convulsiones repetidas debidas a agresiones agudas del cerebro (traumatismos) o que se pueden corregir o evitar (fiebre, alcohol, drogas), no son epilepsias.
Esta descarga eléctrica brusca y espontánea da lugar a contracciones de músculos, partes determinadas del cuerpo o todo el cuerpo en general.
La causa de esta actividad eléctrica incontrolable del cerebro puede deberse a múltiples causas: fiebre (frecuente en niños pequeños), sustancias tóxicas (fármacos, alcohol, drogas), traumatismos cerebrales o enfermedades que dañan una parte o varias del cerebro.
¿Por qué se producen?
Todas las crisis epilépticas son síntomas de un mal funcionamiento o lesión cerebral.
Múltiples situaciones, sustancias y fármacos pueden originar convulsiones: fiebre, drogas (cocaína y anfetaminas -crack-), antidepresivos y fármacos utilizados para el tratamiento de las psicosis, antibióticos y antivíricos, anestésicos, analgésicos, contrastes radiológicos, la abstención de alcohol y fármacos empleados como tranquilizantes o para inducir el sueño.
La mayoría de las personas cuando piensan en convulsiones, suelen imaginarse el cuerpo de una persona que se sacude rápida y sin control. Pero no todas las convulsiones provocan este cuadro generalizado. Existen muchos tipos de convulsiones y algunos tienen síntomas leves.
Las crisis parciales o focales se originan en un área limitada del cerebro. Lo que veremos será lo que controla esa área. Las simples son las más frecuentes y el paciente es total o parcialmente consciente de los síntomas (no pierde el conocimiento): movimientos repetidos, destellos luminosos, musiquilla, zumbidos o palabras en el oído; olores o sabores intensos; sensaciones de tacto anormales, palidez, sudoración, accesos de calor en la cara, déjà vu -experimentar una sensación ya conocida o de asistir a un acontecimiento muy familiar que siempre es el mismo-, jamais vu -sensación de irrealidad o de estar en un sitio extraño-.
En las crisis generalizadas hay una alteración de la conciencia porque se afectan a la vez los dos hemisferios cerebrales. A su vez pueden ser no convulsivas o convulsivas. Las crisis generalizadas no convulsivas son las llamadas ausencias dónde hay una breve pérdida de conciencia que dura solo unos segundos por lo que puede pasar inadvertida, sin pérdida de la postura («pequeño mal» o ausencias típicas). El inicio y final son bruscos por lo que no es raro que la primera pista sea un “ensimismamiento” o la disminución del rendimiento escolar detectado por un profesor. Un 50% de los pacientes sufrirán una curación espontánea a los tres años.
Las crisis generalizadas convulsivas o «gran mal» son las que todo el mundo imagina cuando piensa en epilepsia. Estas últimas tienen una primera fase donde se produce una contracción muscular generalizada breve. El paciente se pone rígido: músculos de la masticación (mordedura de lengua y mejillas), brazos doblados y piernas estiradas; emiten un ruido gutural por la contractura laríngea, se interrumpe la respiración y el paciente se pone “azul”. A los 20-30 segundos aparece otra fase que dura + 1 minuto donde se producen sacudidas muy breves de las extremidades que se van haciendo más amplias y violentas. Durante esta fase pueden producirse luxaciones, fracturas y traumatismos. Tras esta, aparece una tercera fase dónde el paciente está adormecido, no responde, los músculos están flácidos, hay exceso de salivación que puede ser sanguinolenta si se ha mordido la lengua o las mejillas, y pérdida de orina y heces (no es un signo de gravedad, sencillamente indican que la vejiga y el intestino estaban llenos cuando se produjo la crisis). El paciente suele dormir varias horas y al despertarse no se acuerda de lo ocurrido, está confuso, con dolor de cabeza y dolores musculares por las contracciones.
¿Qué hay que hacer en caso de convulsiones?
Ante todo, mucha calma:
- Garantizar que el paciente pueda respirar pero evitando introducir en la boca materiales que el paciente pueda aspirar o tragar. No forzar la introducción de objetos ya que podemos partir piezas dentales. Mucho menos introducir nuestros dedos en la boca del paciente ya que podríamos sufrir una mordedura grave.
- Evitar las autolesiones iniciales del paciente, prevenir la mordedura de lengua, retirar objetos próximos para evitar traumatismos, almohadillar la cabeza.
- Evitar la sujeción intensa de las extremidades ya que se pueden producir fracturas óseas o lesiones musculares por la contractura.
¿Cuándo hay que preocuparse?
- Toda primera convulsión precisa ser estudiada.
- Epilepsias conocidas que duran más de 5 minutos.
¿Son síntoma de algo grave?
- Si viviésemos 80 años, la probabilidad de sufrir una crisis epiléptica durante nuestra vida sería del 10%.
- En un 40% de los pacientes no se identificaría la causa de la convulsión después de realizar los estudios adecuados.
- Hay dos picos de edad donde se dan mayor casos de epilepsia. En la 1ª y 7ª década de la vida. Este último pico de epilepsias tardías es un hecho generalmente desconocido y se debe a la enfermedad cerebral vascular (microinfartos cerebrales).
¿Cuáles son las diferencias entre niños y adultos?
Tal vez insistir en las ausencias típicas o «pequeño mal» que pueden pasar inadvertida y que la primera pista sea un “ensimismamiento” del niño o la disminución del rendimiento escolar detectado por un profesor.
En adultos, el uso de drogas o fármacos que puedan desencadenar las crisis.
Duración de las mismas
Convulsiones que duran más de 5 minutos precisan de tratamiento anticonvulsivo inmediato.
Consecuencias de las convulsiones.
La mortalidad se debe al riesgo de sufrir estados de mal convulsivo y accidentes o asfixia durante los ataques. El exceso de mortalidad se da entre pacientes con enfermedades epilépticas que además tienen lesiones cerebrales graves y crisis incontrolables.
Listado de consejos sobre cómo proceder cuando alguien tiene convulsiones.
Probablemente el número de pacientes afectados de epilepsia está subestimado debido a la dificultad del diagnóstico de ciertos tipos de epilepsia y a la ocultación por estigmas sociales.
- El paciente con epilepsia debe realizar una vida normal. En los niños se debe reemplazar la sobreprotección por un apoyo comprensivo que minimice sentimientos de inferioridad e inseguridad y otros obstáculos emocionales.
Científicos, escritores, músicos, artistas y personajes que influyeron en la historia de la humanidad padecían epilepsia: Albert Einstein, Alfred Nobel, Isaac Newton, Alejandro Magno, Julio César, Sta. Teresa de Jesús, San Pablo, Dovtoiesky, Van Gogh, Lord Byron, Charles Dickens, Napoleón, los actores Danny Glover y Richard Burton, Elton John; Tchaikovsky, Berlioz, Handel; y el héroe mitológico Hércules. De ahí que la epilepsia también se conozca como la «enfermedad de Hércules».
- Tratar los procesos subyacentes que originan la epilepsia.
- Evitar los factores que pueden desencadenar las crisis: luz, ruido (dependen de la intensidad del estímulo), los sobresaltos. La epilepsia fotosensible es provocada por la estimulación luminosa intermitente como el brillo del sol en el agua o a través de las hojas de los árboles, postes de alumbrado, oscilación de los tubos fluorescentes estropeados o el televisor. Hay estímulos sensoriales complejos que también pueden desencadenar convulsiones en pacientes susceptibles como la escritura, lectura o cálculo aritmético.
- Algunos pacientes son capaces de desencadenar el inicio de una crisis cuando, en un ambiente tranquilo, relajado y en soledad, se concentran mentalmente y rememoran las sensaciones que anuncian el comienzo de una crisis y que, en ocasiones, son indefiniblemente placenteras. Pueden abortar el comienzo de la crisis si, inmediatamente, se oponen con un esfuerzo mental o con un estímulo que generalmente es doloroso.
- Para finalizar, si usted presencia una convulsión trate de recordar todo lo que ocurrió justo antes de comenzar. Será de gran ayuda al médico para poder clasificarla ya que el tratamiento y los fármacos variarán dependiendo de qué tipo de epilepsia sea.