El objetivo principal de este consenso ha sido establecer recomendaciones clave y multidisciplinares que permitan mejorar la prevención de las fracturas por fragilidad, abordando de forma coordinada la detección precoz, el tratamiento y el seguimiento de los pacientes, así como la integración de estos objetivos en las políticas de salud pública. A través de una metodología de grupo nominal, el comité de expertos revisó la evidencia científica disponible y elaboró diez recomendaciones prácticas, que fueron discutidas y consensuadas a lo largo de varias reuniones, culminando en la 7.ª Reunión Anual del RNFC en marzo de 2024.
Este documento constituye un referente actualizado y ampliamente consensuado, dirigido tanto a responsables políticos como a profesionales sanitarios y asociaciones de pacientes, con el propósito de reducir la incidencia de fracturas, minimizar la discapacidad asociada y optimizar los recursos sanitarios mediante un enfoque integral y multidisciplinario. La importancia de la presencia y participación activa de SEMG en este documento internacional es reseñable, teniendo en cuenta el papel clave de la Atención Primaria en la prevención y tratamiento de las fracturas por fragilidad.
Consenso internacional para la prevención de fracturas por fragilidad