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La SEMG constata que los médicos de familia tienen un buen nivel de conocimientos sobre prevención del ictus Destacado

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- Con motivo del Día Mundial de Ictus (29 de octubre), la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) da a conocer los resultados de un estudio elaborado en colaboración con la Federación Española de Ictus (FEI). 

- Más del 90% de los médicos encuestados reconocían asociación del ictus con los factores de riesgo como hipertensión arterial, tabaco, diabetes, fibrilación auricular, dislipemia, estenosis carótida, hipercoagulabilidad e ictus previo. 

- El 45,7% de los médicos desconocía que el factor de riesgo modificable con mayor asociación con el ictus, tanto isquémico como hemorrágico, es la hipertensión arterial. 

- El estudio de la SEMG también detecta que la atención al paciente con ictus tras el alta hospitalaria no es tan satisfactoria, existiendo una inadecuada continuidad asistencial: sólo el 30,8% disponen de un protocolo.

Madrid, 28 de octubre de 2021 – El ictus es un grave problema sociosanitario en cuya detección y control de factores de riesgo, así como en la prevención de recurrencias, tienen un papel clave los médicos de Atención Primaria. Por ello, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) llevó a cabo, en colaboración con la Federación Española de Ictus (FEI), un estudio sobre los conocimientos y actitudes acerca del ictus que tienen los profesionales que desempeñan su labor en el primer nivel asistencial, cuyos resultados se han dado a conocer con motivo del Día Mundial de Ictus (29 de octubre).

Los médicos de Atención Primaria tienen un buen nivel de conocimientos sobre prevención primaria y secundaria del ictus, según se desprende de la encuesta creada por el Grupo de Trabajo Cardiovascular de la SEMG y contestada por 916 médicos en el último trimestre de 2019. Los factores de riesgo más comunes de padecer ictus son bien conocidos y se realiza despistaje de los mismos desde el primer nivel; sin embargo, otros menos habituales no se tienen en cuenta.

En concreto, más del 90% reconocían “asociación fuerte” del ictus con factores de riesgo como la hipertensión arterial (HTA), tabaco, diabetes, fibrilación auricular, dislipemia, estenosis carótida, hipercoagulabilidad e ictus previo. Sin embargo, desconocían como factores de riesgo la anemia falciforme (57,5%); terapia hormonal (52,3%); alcohol (48,3%); HVI (47,8%); estados inflamatorios (45,4%) y migraña (42,7%).

Del mismo modo, el 45,7% de los médicos encuestados desconocía que el factor de riesgo modificable con mayor asociación con el ictus, tanto isquémico como hemorrágico, es la HTA; y el 49,1% de los participantes antiagregarían en el caso de ictus cardioembólico por fibrilación auricular en mayores de 75 años.

Otras de las conclusiones que se desprenden del estudio llevado a cabo por el Grupo de Cardiovascular de la SEMG y la Federación Española de Ictus es que los médicos de Atención Primaria manejan de forma adecuada la fase aguda del ictus. La mayoría (96,8%) disponen de código ictus en su comunidad autónoma y el 86,9% conoce los criterios para activarlo. Sin embargo, más de un tercio de los encuestados no reconocen algunos síntomas/signos definitorios de ictus, como son la pérdida de visión y de equilibrio, cefalea intensa o disfagia. El tratamiento extrahospitalario se realiza correctamente, aunque algunas medidas generan más dudas entre los médicos del primer nivel.

Actuaciones tras el ictus

En cuanto a las actuaciones tras el ictus, la mayoría de los médicos de familia encuestados admiten tener carencias formativas en los cuidados y tratamientos de los pacientes con ictus tras el alta hospitalaria. Casi la mitad (49,3%) considera que no existe una adecuada continuidad de cuidados y sólo el 30,8% disponen de un protocolo o plan de continuidad asistencial en la atención al ictus en sus ámbitos de trabajo (26,1% lo desconocen). A pesar de ello, un elevado porcentaje de los médicos de Atención Primaria indaga sobre los problemas y secuelas secundarios al ictus, sobre todo, aquellos que trabajan en consulta y los que tienen mayor experiencia profesional.

Como dato positivo, destaca que el 99,6% considera que la rehabilitación precoz tras sufrir un ictus puede mejorar los resultados y el 73,6% revisa si el paciente tiene pautado tratamiento rehabilitador al alta hospitalaria.

Más coordinación y formación

Como conclusión, los datos arrojados por este trabajo han puesto de manifiesto un nivel de conocimientos sobre ictus por parte de los médicos de familia “bastante adecuado”; sin embargo, “siempre se pueden establecer puntos de mejora, sobre todo en la atención posterior al ictus, y para ello es necesario facilitar la coordinación entre los profesionales implicados con planes de actuación y fomentar la formación continuada al respecto”, según los autores del Grupo Cardiovascular de la SEMG.

 pdfNOTA DE PRENSA - 20211028

 

 
Visto 1927 veces Modificado por última vez en Jueves, 28 Octubre 2021 12:18
ORTIZ SANCHEZ FRANCISCO

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