consenso deterioro cognitivo leve

El envejecimiento del cerebro muestra cambios característicos que plantean la cuestión de si representan aspectos menores del envejecimiento, que no afectan considerablemente a su función, o si son precursores de trastornos neurodegenerativos. El encéfalo, desde el punto de vista neural, es un órgano posmitótico, aunque sabemos que en determina- das regiones persisten fenómenos neurogénicos. Como consecuencia de esta característica, cuando las neuronas se pierden por cualquier causa, son difícilmente recuperables, por lo que el número total de neuronas y el peso global del encéfalo disminuye de forma progresiva con el envejecimiento. A partir de los 60 años de edad el cerebro pierde de 2 a 3 g de peso anualmente. Estos cambios morfológicos generales también se atribuyen a modificaciones en la sustancia blanca de las regiones filogenéticamente más evolucionadas. Los estudios recientes de neuroimagen realizados a personas vivas, sin embargo, no son tan concluyentes, la variabilidad es importante y muchos ancianos no presentan cambios significativos desde el punto de vista macroscópico.

También es importante considerar no solo el número de neuronas, sino lo que ocurre durante el envejecimiento con la arborización dendrítica neuronal y la densidad de espinas, sustrato morfológico de los contactos sinápticos. La neuroplasticidad (posibilidad de incrementar el árbol dendrítico, las espinas y los contactos sinápticos) no se pierde con el envejecimiento. Hace más de 30 años se pudo comprobar que la preservación del fenómeno de neuroplasticidad continuaba presente en la corteza del hipocampo de octogenarios y, sin embargo, desaparecía en ancianos con deterioro cognitivo.
Una característica importante de la organización funcional del cerebro es la presencia de un conjunto de ejes de redes neuronales interconectadas y altamente funcionales, como la ínsula, la corteza cingulada anterior y posterior, la corteza frontal superior y la corteza prefrontal me- dial. Estos ejes son también la estructura de la base neurocognitiva de redes funcionales, tales como la red de modo por defecto, la red ejecutiva central y la red de prominencia, indispensa- bles para las funciones cognitivas superiores.
Las interrupciones relacionadas con la edad que aparecen en la conectividad entre estas zonas cerebrales producen efectos perjudiciales sobre la memoria episódica y las funciones ejecutivas en los adultos mayores, subrayando la importancia que esas redes de conectividad neural tienen en la comprensión del envejecimiento cerebral normal.
En estudios neuropatológicos de base poblacional con ancianos que no habían sido diagnos- ticados de padecer enfermedad neurodegenerativa, aparecían depósitos proteicos anómalos re- lacionados con neurodegeneración. Estos acúmulos ocurren tanto en el compartimento intra- neuronal o intraglial como extracelular (ovillos neurofibrilares, gránulos de lipofuscina, cuerpos de Marinesco y de Hirano, etc.). Estos hallazgos varían mucho entre individuos con determinadas lesiones cuya presencia está restringida solamente a ciertas áreas cerebrales. Se desconoce qué causa estas lesiones, si son realmente precursoras o iniciadoras de los procesos de neurodegene- ración y enfermedad, o si simplemente son el producto de un cerebro envejecido. Es probable que sean una consecuencia de la función normal del cerebro con el paso del tiempo.
Recientemente surge el concepto decline framework, que hace referencia a los cambios liga- dos a la edad en la activación neuronal y su interacción con el entorno como elemento poten- ciador. Los cambios en la activación neuronal ligados al envejecimiento engloban tres aspectos: reclutamiento compensatorio de las regiones prefrontales o de la red ejecutiva, reducción de la lateralización de la activación hemisférica con carácter compensatorio en el córtex prefrontal y, finalmente, el índice neuronal del declinar cognitivo.

DOCUMENTO DE CONSENSO

Enrique Arriola Manchola
Coordinador del Grupo de Demencias de la SEGG. Responsable
de la Unidad de Memoria y Alzheimer de Matia Fundazioa. Donostia.

Cristóbal Carnero Pardo
Jefe de Sección de Neurología. Hospital Universitario Virgen de las Nieves. Granada.

Alberto Freire Pérez
Medicina Familiar y Comunitaria. Coordinador del Grupo
de Habilidades en Neurología de la SEMG.

Rosa López Mongil
Geriatra. Unidad de Geriatría del Centro Asistencial Dr. Villacián. Valladolid.

José Antonio López Trigo
Geriatra. Presidente de la SEGG.

Sagrario Manzano Palomo
Neuróloga. Hospital Infanta Cristina. Parla, Madrid.
Coordinadora del Grupo de Estudios de Conducta y Demencia de la SEN.

Javier Olazarán Rodríguez
Jefe de Sección de Neurología del Hospital General
Universitario Gregorio Marañón. Madrid.

 

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